Cómo conducir con nieve

En la época invernal en la que estamos es normal que se produzcan nevadas en algunos puntos de la geografía española o llegue algún temporal de frío como ocurrió el pasado año con Filomena. Si vives en uno de estos lugares o tienes pensado viajar allí, desde Motor Munich te damos las claves para saber cómo conducir con nieve y que no te pille por sorpresa. ¡Toma nota y disfruta de la conducción sin ningún sobre salto!

La nieve puede poner en jaque nuestra seguridad en la carretera, poniéndonos en serias dificultades a la hora de conducir. En el caso de que circules y se produzcan estas inclemencias en el tiempo te recomendamos que sigas estos sencillos consejos para no tener ningún problema.

Las bajas temperaturas del invierno pueden afectar notablemente a ciertos componentes del coche, por lo que es fundamental que los revises de forma periódica o, sobre todo, a la hora de emprender un viaje. Un ejemplo de ello es la batería, la cual debe de hacer un sobreesfuerzo para realizar sus funciones con este tiempo. Por otro lado, también están los neumáticos, los limpiaparabrisas, el sistema de frenos o la dirección, quienes ejercen una labor fundamental en estos casos.

En estas situaciones es fundamental que revises el estado del alumbrado de tu vehículo, ya que esto es importantísimo para la visibilidad tanto de tu coche como para ser visto por el resto.

La función de los neumáticos es primordial, ya que son la parte que conecta el coche con la calzada. Los expertos recomiendan instalar neumáticos de invierno para disfrutar de una conducción cómoda y segura en esta época del año. Además, si dispones de ellos, no es obligatorio que pongas cadenas para circular, debido a que éstos están preparados para ello.

Elaborados con una goma blanda, estos neumáticos cuentan con un dibujo marcado que permite un mejor agarre y un mayor control. Asimismo, esas ranuras permiten pasar el agua para que el coche no patine, incluso circulando a altas velocidades.

Uno de los accesorios que no pueden faltar en tu maletero, y más si vives en una zona de nieve o pretendes viajar allí, son las cadenas de nieve. Gracias a ellas podrás disfrutar de un excelente agarre al suelo, evitando que pierdas el control de tu vehículo si hay nieve o hielo en la calzada.

Existen varios tipos de cadenas para nieve: las cadenas de tela, de red, las metálicas o las semiautomáticas. Uno de los detalles que debes tener en cuenta es que debes de ponerlas cuando haya nieve cuajada en la carretera o hielo. En el caso de hacerlo antes, podrías estropear los neumáticos.

Antes de comenzar cualquier viaje, te aconsejamos que eches un vistazo al pronóstico del tiempo, las recomendaciones y las alertas que hayan anunciado las autoridades de tráfico. Con ello podrás evitar problemas o situaciones de peligro al volante.

A la hora de salir a la carretera, las autoridades recomiendan hacerlo con el depósito lleno, además de llevar ropa de abrigo, mantas y algo de comida y bebida, por si nos quedamos atrapados. Tampoco pueden faltar aquellos extras del coche como las cadenas, que anteriormente te mencionábamos.

Lo principal en estos casos es conducir de forma suave y ser muy prudentes a la hora de maniobra. Un giro brusco o un frenazo fuerte puede hacer que el coche patine y pierdas el control. Por eso mismo debes de reducir la velocidad si empieza a llover o a nevar, independientemente de lo seguro que sea tu coche. También tienes que ampliar la distancia de seguridad con el resto de los vehículos, ya que en estos casos el tiempo de la frenada se multiplica por cuatro. Por otro lado, es importante además que no abuses del freno y utilices la retención del motor en el supuesto de que quieras frenar el coche.

Uno de los graves peligros que puede provocar la nieve en la carretera es que sufras patinazos o deslizamientos. Por esa razón, es fundamental que conduzcas de manera suave y prudente.

En el caso de que tengas un patinazo, lo primero que debes tener en cuenta es no pisar el freno, ya que puede ocasionar el efecto contrario. Levanta el pie del acelerador poco a poco para disminuir la velocidad, mientras giras el volante en la misma dirección que se produzca el deslizamiento de las ruedas. Por ejemplo, si se va el coche hacia la derecha debes de girar el volante a la derecha, y viceversa. Cuando vayas recuperando la posición inicial del vehículo, seguro que tendrás que girar en la dirección contraria para evitar que el coche se vaya hacia el otro lado.

Como hemos mencionado anteriormente, la tracción tiene un papel importante cuando conduces por una zona nevada. Y es que este sistema es el encargado de mover las ruedas transmitiendo la fuerza y potencia que genera el motor a ellas. Los expertos coinciden en este punto de que la tracción integral, también conocida como 4×4, es la mejor opción para circular con esta climatología. Gracias a ella, el conductor goza del control total del vehículo en superficies deslizantes y plena adherencia.

Sin duda, si no quieres tener ningún problema a la hora de conducir en cualquier terreno, te animamos a que apuestes por uno de los modelos de BMW o MINI que encontrarás en nuestros concesionarios Motor Munich. ¡Ven y hazte con el tuyo para disfrutar de una auténtica experiencia al volante!